jueves, 24 de marzo de 2022

AMAR

Me gusta hablar, mejor dicho escribir sobre la caridad, ya que es tan importante y hoy en día hay gente que va a su bola y allá el prójimo que se las componga, pues la virtud de la caridad es la más importante porque es amar a Dios y a los demás. Y esta virtud es incompatible con el egoísmo, la comodidad y un largo etc. Amar, quererlos, no hablar mal de ellos, ser serviciales, también con los que nos desprecian y fijarnos siempre en lo positivo de las personas.

El Papa Juan Pablo II decía: “Sentirnos siempre al servicio de los hermanos que caminan con nosotros por el sendero, tenéis una tarea maravillosa, podéis amar, ayudar, consolar…”

Si vivimos la caridad nos fijaremos siempre en lo positivo, les haremos la vida agradable, les echaremos una mano, no nos escandalizaremos, si algo hay que corregir lo haremos con delicadeza, no a gritos.

Tengo una anécdota que me contó una amiga. Iba un hombre caminando por un sendero con muchas piedras, es decir, que se caminaba mal y se encontró con una niña que llevaba a cuestas a su hermanico y le preguntó: ¿Cómo puedes llevar una carga tan pesada? Es maravillosa la respuesta. Mirándole fijamente y sorprendida le respondió: No es una carga, es mi hermano”. Bonita respuesta.

Apliquémonos la respuesta, a por ello.


Atentamente, 


Conchita del Moral Herranz

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