Hemos pasado la cuaresma, pienso que nos hemos percatado de la importancia de éste acontecimiento que el Hijo de Dios, el mismo Cristo se haya querido hacer hombre como nosotros para redimirnos del pecado y si procuramos vivir, luchar por poner en práctica lo que El nos enseñó gozaremos por toda la eternidad de su presencia después de nuestra muerte, para eso mientras estemos, hemos de tratar de ser buenas personas, ayudar a los demás, vivir nuestras obligaciones, trabajar bien, sin chapuzas, no criticar, prestar servicios, vencer la pereza, comprender, tener paciencia, respetar a todas las personas, aunque piensen diferente, se les puede aconsejar con buenos modales, pero jamás coaccionar.
Que ante las dificultades que tengamos, porque nunca faltan, poner remedios, pero sin tirar todo patas arriba, no dejarnos dominar por la ira o la venganza, perdonar siempre, nos acordamos como perdonó Cristo a sus verdugos, así seremos felices y gozaremos cuando nos vayamos de este mundo, de su presencia por toda la eternidad. Pues a obrar en consecuencia.
Felices Pascuas y un saludo.
Atentamente,
Conchita del Moral Herránz
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