La ética siempre busca el bien, es decir: la verdad. Cuando una persona reconoce y respeta la verdad es buena, es que con la mentira además de ir mal por ese camino pone a los demás personas en un aprieto y ella misma no es feliz porque no respeta lo verdadero.
La verdad por lo tanto es uno de los fundamentos principales de la ética, pero de siempre ha sido objeto de sutiles discusiones.
Muchos pensadores de todos los tiempos ya se planteaban este problema y la definición más clara fue propuesta en en siglo XIII, decía así: “La verdad es la adecuación entre el entendimiento y la realidad, y significa llegar a saber lo que las cosas son en sí mismas”.
Por eso no así porque nosotros lo pensemos, por poner un ejemplo: Tú no eres rubia porque todas tus amigas te llamamos la rubia o porque lo pensemos, sino porque lo eres; la realidad es el fundamento de la verdad. Por eso el origen de la verdad es la misma realidad.
Sócrates defendió verdades éticas fundamentales, era apasionado por la verdad hombre que comprometió su vida por la verdad y esto me hace recordar a mi querido padre que siempre nos repetía: “con la verdad se va a todas las partes”.
Pienso que ahora abunda mucho la mentira; pues ayudemos con la verdad.
Atentamente,
Conchita del Moral Herránz
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