La libertad está hoy en día muy de moda, pero hemos de ver y calibrar, si eso es verdadera libertad en todos nuestros actos, o es libertinaje, algo muy distinto que nos perjudica a nosotros y al prójimo; hay que reflexionar y no hacer lo que me venga en gana, si no es positivo.
No es correcto identificar lo libre con lo espontáneo pues entonces la libertad, es justamente al igual que los animales, buscar el placer sensible, pero ya Seneca que era pagano advertía: “Quien persigue el placer , pospone a él todas las cosas y lo primero que descuida es su libertad” y es cierto, como los animales, que solo se mueven por el instinto , ahí está la equivocación, y nosotros somos personas y hay que regirse por lo justo y verdadero.
Sin embargo el hombre después de reflexionar puede decidir por ejemplo comer o no; si la comida no es suya, no va a entrar a un bar y agarrar un plato del comedor y salirse corriendo, eso es libertinaje.
La libertad del hombre no es absoluta es un don.
La raíz de la libertad está en la voluntad y esto es ante todo una decisión interior.
El hombre que está privado de la libertad física, el sigue siendo libre, pues conserva la libertad psicológica.
Nos lo aclara estupendamente Viktor Frank. Sabemos que era un psiquiatra judío que estuvo en un campo de exterminio de los nazis y menuda vida; hay un libro en el cual se cuenta su cautiverio, se titula: “El hombre en busca de sentido”, lo recomiendo; es autobiográfico.
Acabo con una frase de Aristóteles: “No depende de nosotros sentir calor o frío, pero sí depende de nuestros actos libres…”
Que sepamos usar bien de ella.
Atentamente,
Conchita del Moral Herránz
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