La justicia es una virtud, que toda persona ha de esforzarse por vivir y, ¿Qué es la justicia?
Muy sencillo, dar a cada uno lo suyo, no aprovecharse si se tiene el gobierno o mando de algo, para quedarse con cosas que no te pertenecen.
Los derechos humanos, las formas de gobierno, las relaciones laborales y sociales y un largo etc, ahí se manifiesta la variedad del deber. Ya Platón decía: “A cada uno lo suyo”, y en los tiempos que corremos se está olvidando; viene siempre el yo y el yo.
Vemos que la justicia hay que respetarla y vivirla, solo el hombre tiene derechos, es decir los humanos, pues solo las personas podemos poseerla y reclamar que se le dé lo justo.
Decían los romanos: “el distintivo de la justicia es la relación al otro y aunque no lo parezca, cualquier acción significa dar o retener lo que es de otros”.
Del mismo modo que el bienestar del cuerpo necesita el bienestar de todas sus partes, el cuerpo social necesita la salud de sus individuos; por ejemplo, si un padre de familia es borracho, la familia sufre las consecuencias.
La sociedad irá bien si la justicia reconoce los derechos fundamentales del individuo, del débil, enfermo, etc.
Se puede decir de Tomás Moro que decía, que era una enorme ganancia ayudar a los que tienen agobios.
Descubrimos que la naturaleza humana es fuente de obligaciones.
Colon no inventó América, la descubrió.
La ley natural, no es un invento de la cultura, está impresa en el corazón humano, y de él depende vivirla bien.
Pues a por ello y dejémonos de sandeces.
Atentamente,
Conchita del Moral Herranz
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