El bien común hay que procurar
buscar el bien de toda la sociedad y vivir como hermanos, pues todos somos
humanos y si vivimos así nuestra patria irá bien, por eso hemos de respetar los
bienes de los demás.
La dignidad de la persona es colaborar
con los demás, se entiende si los demás son buenos ciudadanos, sino con
delicadeza los haremos rectificar, sin griteríos.
La dignidad de la persona es
esto: colaborar con los demás, a diferencia de los animales, el hombre tiene la
capacidad de abrirse a lo común, si solo piensa y vive o mejor dicho antepone
siempre el bien privado se asemeja al animal y traiciona su condición de
persona sensata y es egoísta.
Edith Stein cuenta en sus
memorias como se puso al servicio de la Cruz Roja cuando la 1º Guerra Mundial
interrumpiendo sus estudios universitarios: “Ahora mi vida no me pertenece, me
dije a mí misma. Todas mis energías están al servicio del gran acontecimiento.
Cuando termine la guerra, si es que vivo todavía, podré pensar de nuevo en mis
asuntos personales”. Qué ejemplo de ayuda a los demás.
La responsabilidad frente al bien
común no es igual en todos los ciudadanos. No es lo mismo que coja una
borrachera el conductor de un autobús que un pasajero del mismo.
Termino con un párrafo de
Cicerón: “Lo peor de las personas importantes no es que sean viciosas, sino que
tengan tantos imitadores, pues además de estar ellos corrompidos corrompen a
los demás”.
Atentamente,
Conchita del Moral
Herránz
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